*La temperatura es básica y nos da una idea de cómo se están afectando otras condiciones que dependen de ella, como la precipitación, que recientemente ha disminuido de forma notable en nuestro país: Carlos Gay
Benjamín Martínez Robles
El calentamiento global del planeta está en pleno desarrollo, rompiendo récords de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a la atmósfera y continúa una imparable tendencia antropogénica que mantiene el uso intensivo de combustibles fósiles, la generación de energía contaminante, la intensa actividad industrial y un estilo de vida que destruye nuestro entorno, afirmaron tres especialistas del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC) de la UNAM.
Aunque el tema está ya en algunos discursos, aún no llega a las agendas de políticas públicas eficientes para que lo consideren, por ejemplo, entre las propuestas de las candidatas y el candidato a la Presidencia de la República.
“El calentamiento global del planeta es el problema más urgente que la humanidad tiene por resolver acerca de su propia sobrevivencia; pero falta una intersección entre la política y la ciencia”, advirtió Carlos Gay García, investigador y responsable del Departamento de Ciencias Atmosféricas del ICAyCC.
Durante la conferencia de prensa remota Estado del clima global y en México, marzo rompe récord, Graciela Binimelis de Raga, investigadora del Grupo de Interacción Micro y Mesoescala de la misma entidad, expuso que continúan las emisiones de GEI como dióxido de carbono (CO2) y metano (CH4), y siguen aumentando sus concentraciones en la atmósfera.
La científica explicó que la temperatura del planeta es el resultado de un equilibrio. “La creciente concentración de GEI emitidos por actividades humanas desde el inicio de la era industrial ha resultado en un desequilibrio entre la energía que llega del Sol y la que sale del planeta”.
Ese desequilibrio, añadió, constituye un “forzamiento radiativo”, y se estima a partir de que éste incide en cada uno de los diferentes componentes antropogénicos (gases, partículas de aerosol, nubes y cambios a la superficie).
Binimelis de Raga dijo que el forzamiento radiativo resulta en un aumento de la temperatura promedio global en la superficie de la Tierra. “Dado que las emisiones han continuado, el planeta se sigue calentando”.
Datos de México
En el caso de nuestro país, se ha observado que la temperatura anual del aire hasta fines de 2021 ha aumentado 1.69 grados Celsius con respecto a inicios del siglo XX.
En México, “la tasa de aumento de la temperatura promedio anual es heterogénea, con valores mayores en el norte y el sureste”, en comparación con los índices globales, afirmó Binimelis de Raga.
En tanto, el incremento en la temperatura tampoco es homogéneo a lo largo del año, siendo mayor en otoño y primavera, y menor en invierno y verano.
Respecto a lo observado en la precipitación en nuestro país, la investigadora anotó que el promedio de la lluvia anual en todo el territorio ha aumentado a una tasa de 3.1 mm/mes cada centuria desde inicios del siglo XX.
“El cambio en la precipitación es altamente heterogéneo en el país. Ésta ha disminuido en regiones del norte y ha aumentado en el centro y sur”, comentó.
En tanto, Benjamín Martínez López, investigador del Grupo de Cambio Climático y Radiación Solar del ICAyCC, pronosticó que Ciudad de México tendrá aproximadamente 25 % menos lluvias al 2100.
Destacó que aún no se observan condiciones de El Niño con tendencia hacia el enfriamiento. “Se espera una transición de El Niño a una fase neutra en el periodo abril-junio, mientras se incrementa la posibilidad de que se presente otra hacia condiciones de La Niña en los meses de junio-agosto.
En tanto, Gay García indicó que lo que los científicos sabían desde hace años se está volviendo más contundente en el sentido de que la Tierra se calienta y el océano está incrementando su temperatura significativamente. El 1.4 de calentamiento que consigna la NASA, las 425 partes por millón de concentración de CO2 y que siguen en aumento, y un deshielo importante de más de 12 % por década desde 1979.
“La temperatura es básica y nos da una idea de cómo se están afectando otros fenómenos que dependen de ella, como la precipitación, que recientemente ha disminuido notablemente en nuestro país”, concluyó.